Beneficios del Entrenamiento Aeróbico

Está demostrado científicamente que el entrenamiento aeróbico tiene los siguientes beneficios:

  • Mejora el bienestar tanto físico como psíquico, ya que disminuye los niveles circulantes de adrenalina, la hormona del estrés, y aumenta los niveles de endorfinas y otras sustancias cerebrales, contribuyendo a bajar la tensión emocional y mejorar el estado anímico, lo cual se refleja en una gran sensación de bienestar físico, emocional y social. Ello mejora nuestro nivel de felicidad.
  • Mejora la función cardiovascular, tanto en personas sanas como en personas que hayan sido víctimas de infartos, angina de pecho o hayan sido sometidos a cirugías de corazón, angioplastia e incluso en pacientes con fallos cardíacos. También estimula la formación de nuevos vasos coronarios.
  • Reducción de la grasa corporal en las personas con sobrepeso y obesidad. Para lograr un consumo alto de las calorías que están acumuladas en el tejido graso, el ejercicio debe ser habitual, prolongado y de intensidad moderada, utilizando la mayor masa muscular posible, como la de las piernas, los glúteos y la parte baja de la espalda.
  • Mejora la capacidad pulmonar, la circulación en general y el aprovechamiento del oxígeno no solamente por los músculos (incluyendo el músculo cardíaco), sino también por los órganos internos y la piel, lo cual se refleja en mayor capacidad para realizar esfuerzos y mejora en las funciones inmunológicas, digestivas, renales, endocrinas, el estado de ánimo, el sueño y de las funciones mentales.
  • Disminuye la presión sanguínea a medio plazo en los hipertensos hasta en 7 mmHg la sistólica (o alta) y 4 mmHg la diastólica (o baja).
  • Reduce los niveles de colesterol total en la sangre, así como los de colesterol LDL o «colesterol malo» y de los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL o «colesterol bueno», disminuyendo el riesgo de un ataque cardíaco.
  • Reduce los niveles sanguíneos de glucemia en los diabéticos.
  • Reafirma los tejidos y la piel recupera juventud, contribuyendo no solo a estar y sentirse más joven sino también parecerlo.
  • Reduce la mortalidad cardiovascular
  • Aumenta la reabsorción de calcio por los huesos, fortaleciéndolos y reduciendo el riesgo de fracturas.

Hay que tener en cuenta que los cambios que el ejercicio aeróbico produce en nuestro metabolismo no se limitan al tiempo de ejercicio, sino que perduran por varias horas más. Podemos describir este fenómeno así: después de tiempo de poco trabajo físico y de utilizar las calorías provenientes de los carbohidratos y de los azúcares como combustible, cambian las condiciones a un menor aporte de calorías y a una mayor carga de trabajo, lo cual obliga a activar un «generador» extra que utiliza como combustible a las grasas, las cuales le brindan muchas más calorías por gramo (9 contra 4 de los carbohidratos). Al terminar el ejercicio, parece que el organismo dejara durante más tiempo ese otro «generador» en funcionamiento, contribuyendo a una mayor reducción de la grasa corporal.