El placer de hacer lo que nos gusta

El placer de hacer lo que nos gusta también es llamado por algunos gratificación o disfrute, aunque esto último también es aplicable al placer de los sentidos. Así como los placeres de los sentidos son efímeros, ya que cuando disfrutamos de una buena comida o una canción bella sentimos placer al principio, pero cuanto más comemos de esa comida o más escuchamos esa canción menos placer sentimos.

Si nos gusta mucho lo que hacemos podemos llegar a entrar en un estado de flujo (flow), en que nos quedamos absortos en lo que hacemos y perdiendo la noción del tiempo.

Para cultivar el placer de hacer lo que nos gusta podemos hacer dos cosas:

– Intentar buscar un trabajo (ver necesidad de trabajo satisfactorio), unos tipos de ocios (ver necesidad de ocio placentero) y en general que nos gusten o, mejor todavía, que nos generen pasión,

– Ser conscientes del placer que nos genera llevar a cabo dichas actividades e intentar saborearlas. Ver entrenamiento de la conciencia.

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