Tranquilidad

Cultivar la tranquilidad puede contribuir mucho a tener un tipo de bienestar emocional más o menos constante. Para ello nos conviene usar la mayor parte de los días alguna de las siguientes técnicas e ir variando entre ellas, de forma que las usemos todas: la conciencia no focalizada, la conciencia focalizada, la relajación mediante afirmaciones y visualizaciones. Si las ejercitamos de forma sistemática a lo largo de suficiente tiempo, modificaremos nuestro cerebro y nuestra personalidad, convirtiéndonos en personas más tranquilas, equilibradas y emocionalmente estables. La mejor manera de conseguir vivir de una manera serena de forma duradera es mediante la conciencia no focalizada y la conciencia focalizada. Es especialmente útil la concentración en nuestras sensaciones de tensión.

También es muy conveniente que ejercitemos la respiración profunda, que consiste en respirar principalmente con el abdomen en vez de con el pecho, de forma que baje el diafragma, que es el músculo que tenemos justo debajo de nuestros pulmones, y se nos hinche nuestro vientre, como si fuese un globo. Más información sobre la respiración profunda.

Otra manera potente de sentirnos relajados y que conviene practicar especialmente cuando nos sintamos tensos es la relajación mediante afirmaciones y visualizaciones, que consiste en focalizar nuestra mente en afirmaciones y visualizaciones relacionadas con la relajación de nuestro cuerpo y de nuestra mente, preferiblemente tumbados o sentados y con los ojos cerrados. Empezamos relajando todos nuestros músculos, uno a uno. Para ello, afirmo que relajo mi cuero cabelludo, mi frente, mis ojos, mis párpados, mi nariz, y así con todas las partes de mi cuerpo. A continuación, afirmo que relajo mi cerebro, relajo mis pensamientos, relajo mis emociones. Me digo a mí mismo: calma, tranquilo, sereno, relájate. Me repito estas palabras varias veces y a partir de ahora cada vez que me las diga en cualquier momento de mi vida mi cuerpo y mi mente se calmarán y se serenarán.

Otras técnicas efectiva para relajarse son los estiramientos, el yoga, la relajación muscular progresiva, el entrenamiento autógeno, el ejercicio físico, los masajes, el Tai Chi, el Qigong, las duchas de agua caliente o caliente-fría o los spas, entre otros.

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