Libertad

La tercera necesidad general es la libertad, que también contribuye a nuestro bienestar, ya que nos permite vivir conforme a nuestra naturaleza, nuestras necesidades, nuestras inclinaciones, nuestros gustos y nuestros ritmos. Para estar satisfechos con esta necesidad nos conviene aceptar y agradecer la libertad de que ya disfrutamos, dado que, independientemente de nuestras circunstancias, siempre tenemos un cierto grado de libertad, como poder elegir nuestros pensamientos, nuestras metas y nuestros planes. Al mismo tiempo, si lo necesitamos y lo estimamos oportuno, somos libres de abrirnos a la posibilidad de aumentar nuestro nivel de libertad y control sobre nuestra vida, dentro de lo razonable según el tipo de sociedad y entorno donde vivamos. Para ello, podemos irnos liberando de “deberías” y ser nosotros los que tomemos las decisiones sobre nuestra vida.

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