METAS REALISTAS

 

La mente humana es altamente compleja y tiene diferentes facetas, que necesitamos cultivar para su buen funcionamiento. Concretamente necesita fijarse metas realistas a alcanzar, desarrollarse intelectualmente, desarrollarse estéticamente y tener una sensación de que la vida tiene algún sentido. Si cultivamos dichas facetas estamos en armonía con nuestra mente y ello nos hace sentir bien.

La primera necesidad de la mente son las metas realistas. El simple hecho de tener objetivos, logros, horizontes, proyectos e ilusiones y de trabajar para conseguirlos nos hace sentir bien. Para ser feliz también es aconsejable que nuestras metas sean realistas, realizables y alcanzables. Podemos aprovechar para convertir en metas nuestra felicidad y el entrenarnos a diario en nuestro bienestar.

El segundo tipo de necesidades de la mente son las necesidades intelectuales. Los seres humanos tenemos una gran capacidad de aprender, de razonar, de crear, de investigar, de tomar decisiones y de resolver problemas, yendo esa capacidad acompañada de la necesidad de ejercitar dichas herramientas. Cultivar estas capacidades no sólo nos da satisfacción por el hecho de saciar nuestras necesidades intelectuales, sino que además nos ayuda a cubrir otras necesidades, pues estas herramientas son muy útiles para encontrar el camino para satisfacer cualquier necesidad y es por ello por ello que hemos desarrollado estos magníficos instrumentos.

El tercer tipo de necesidades de la mente son las necesidades estéticas, ya sea en nuestro entorno, en la casa donde vivimos, en nuestro cuerpo, en nuestra forma de vestir, en nuestros objetos, en el arte o lo que sea. La belleza nos suele hacer sentir bien y por ello nos puede convenir intentar disfrutar de la misma.

La cuarta necesidad de la mente es la de sentido. A veces no tenemos suficiente con vivir, sino que necesitamos saber para qué vivimos, qué sentido tiene nuestra vida. En ocasiones tenemos la necesidad de que nuestra vida transcienda, es decir, que contribuya a algo más grande que nosotros mismos. Cada persona puede encontrar el sentido de una forma diferente. Muchas veces se encuentra el sentido haciendo algo que mejora la vida de otros seres o del mundo en general.