Seguridad

La primera necesidad general es la seguridad, contribuyendo un grado razonable de la misma a nuestro bienestar. Tenemos seguridad cuando nuestra vida y nuestra integridad física están razonablemente a salvo. Nos conviene agradecer el nivel de seguridad de que ya disfrutamos, pues las probabilidades que tenemos cada año de sobrevivir suelen ser muy altas.

Al mismo tiempo, si sentimos que no tenemos suficientemente cubierta esta necesidad, hay dos trabajos que podemos hacer. Si no nos sentimos seguros a pesar de que nuestra vida y nuestra integridad física estén a salvo y de que las amenazas a las mismas sean realmente pequeñas, el problema tal vez sea la percepción que tenemos de nuestro grado de seguridad, por lo que nos convendrá hacer un trabajo racionalización, cuestionando nuestras creencias negativas sobre el tema seguridad con el fin de tomar conciencia del grado de seguridad que tenemos en la realidad, así como exponernos gradualmente a lo que nos hace sentir inseguros y cultivando la sensación de relajación. Si existe alguna amenaza real, racional y objetiva para nuestra vida, podemos trabajar para crearnos la seguridad que necesitamos en la medida de lo posible tejiendo un manto protector en el que resguardarnos.

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