Pensamientos agradables orientados al presente y al pasado

Es muy conveniente para nuestro bienestar que pensemos y que nos sintamos agradecidos por todas las cosas positivas que hay en nuestra vida, presentes y pasadas, que frecuentemente son muchas. Algunas pueden parecer elementales, pero merecen ser valoradas y agradecidas, como tener comida, bebida o aire. Podemos valorar si podemos caminar, si podemos usar nuestras manos, si podemos ver, oír o hablar. Podemos valorar si nuestros pulmones funcionan bien, si nuestro corazón funciona bien y así con todos aquellos de nuestros órganos que funcionan bien y en general todo aquello que sea positivo en nuestra vida actual. Si pensamos en todas las cosas positivas y buenas que hay en nuestra vida la lista se puede hacer muy larga.

Podemos sentirnos agradecidos también por todas las cosas buenas que nos han ocurrido en el pasado: las metas conseguidas, los deseos realizados, el amor recibido, la gente que se ha portado bien con nosotros. Recordamos y revivimos como si fuesen actuales los buenos momentos y las buenas experiencias que tuvimos en el pasado. Podemos remontarnos hasta nuestra infancia. Si hacemos memoria descubrimos que son muchos.

Es muy útil poner esa lista de cosas agradables por escrito y completarla o recordarla cada día, como mínimo durante 10 minutos. No hace falta que trabajemos esa lista todos los días, sino que también nos sienta bien que algunos días que nos apetezca pensemos en cosas positivas que se nos vayan ocurriendo de una forma más flexible y libre.