Frustración

La frustración tiene lugar cuando no sucede lo que deseamos, como cuando deseamos hacer algo o comprar algo y no es posible, cuando tenemos que hacer cosas que no queremos hacer o cuando tenemos una meta y se interponen obstáculos en el camino para conseguirla. Para gestionar esta emoción conviene hacer lo siguiente:

– Racionalizar, cuestionándonos creencias como que “la frustración es horrorosa” o que “las cosas deberían suceder como a nosotros nos gustaría” (ver gestión de pensamientos desagradables).

– Solucionar. Cuando sucede algo que no deseamos, lo que nos interesa hacer es trazar un plan de acción (o modificar el que estamos siguiendo) para resolver el problema o contrariedad.

– Aceptar y tolerar. Para ser feliz es muy conveniente desarrollar la aceptación de las contrariedades normales de la vida y de las partidas perdidas, así como desarrollar la tolerancia a la frustración.

– Positivar. Me hará sentir mejor el tomar conciencia de que la frustración cumple una función positiva para la consecución de nuestras metas, siendo consustancial a cualquier logro.

Pero la gran clave para reducir la intensidad del nivel de frustración en mi vida consiste en aprender a reducir la intensidad de mis deseos (ver deseos desagradables).

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