Seguridad de los Masajes

El Masaje es una técnica segura, aunque si su aplicación no es la apropiada y no se realiza por un buen profesional puede causar daños. Las ventajas de los Masajes son numerosas, pero es importante conocer las principales contraindicaciones para no perjudicar y poder actuar así con seguridad y eficacia. Estas se reducen, en la mayoría de los casos, a la aplicación del masaje en el área a tratar, ya que, por ejemplo, es correcto aplicar un Masaje en la zona cervical y en el músculo trapecio a una persona con una enfermedad arterial importante de las extremidades inferiores, pero no lo es efectuar un Masaje en dichas extremidades en caso de un edema importante. A continuación se citan las más importantes:

  • Si se realiza cualquier tipo de intervención quirúrgica (incluyendo cesárea) deberán transcurrir seis meses antes de someter a la persona a una sesión de masajes.
  • Durante los tres primeros meses del embarazo. Tras ese período, con prescripción médica, sólo se le aplica el masaje en posición sentada o recostada lateralmente, con técnicas suaves y evitando zona de vértebras lumbares, vientre y tórax.
  • Enfermedades infecciosas de la piel (como hongos, lupus), otras enfermedades no infecciosas generalizadas (como dermatitis alérgica), úlceras por decúbito y quemaduras.
  • Trombosis y embolia arterial por riesgo de embolismo pulmonar o de otros tejidos del organismo, venas varicosas avanzadas y cardiopatías en general (como taquicardias o hipertensión arterial).
  • Enfermedades vasculares inflamatorias (como flebitis), inflamaciones de los ganglios linfáticos y cadenas ganglionares, debilidad vascular y retenciones circulatorias graves.
  • Inflamaciones agudas o patológicas con sintomatología típica: dolor, calor, rubor (color) y aumento de volumen.
  • Hematomas, hemorragias recientes, heridas sin cicatrizar, esguinces agudos, contusiones de importancia, edemas agudos, derrames articulares, desgarros tendinosos.
  • Enfermedades agudas o en fase evolutiva, como estados febriles, náuseas, úlceras gástrica ó duodenal muy avanzada.
  • Procesos inflamatorios de origen bacteriano.
  • Enfermedades de tipo metabólico, como la gota.
  • Fibrosis y enfermedades musculares degenerativas.
  • Enfermedades reumáticas agudas.
  • Enfermedades infecciosas o tumorales.
  • Problemas renales en fase aguda, cálculos de riñón, vesícula en fase de expulsión.
  • Rotura o desgarros de músculos, vainas, tendones, ligamentos.
  • Traumatismos recientes y tratamientos quirúrgicos.
  • Enfermedades del Sistema nervioso, como lesiones de las vías piramidales. Pacientes con cuadros de compresión nerviosa

En general podemos afirmar que ante cualquier dolor que no se alivia con el Masaje, sino que aumenta o empeora, se debe pensar que habrá alguna causa que nos indica que el Masaje está contraindicado y se debe sospechar que hay algún problema nuevo o que el diagnóstico y el tratamiento no son los adecuados, por lo que en todos esos casos conviene consultar al médico.

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