Masaje Sueco

El Masaje Sueco es una técnica muy antigua y la más instintiva. Sus efectos son benéficos e intervienen a través de reflejos de orden vasomotor, neuro-muscular, psicomotor a nivel de la piel, de los tejidos conjuntivos y musculares del sistema central.

El masaje sueco terapéutico está orientado al alivio del dolor, la disminución de las contracciones musculares y aumentar la relajación corporal, la tranquilidad y el reposo, aliviando el estrés, la ansiedad, la angustia, el nerviosismo y la tensión. El Masaje Sueco actúa sobre las zonas de tensión a fin de favorecer un mejor equilibrio. Combinando firmeza y suavidad, el masaje sueco se realiza principalmente sobre la musculatura y actúa sobre los músculos, las articulaciones, la piel, la respiración y el sistema nervioso. La mayoría de los masajistas terapeutas utilizan el masaje sueco como base para un tratamiento y mezclan varias técnicas, dependiendo del entrenamiento y de la experiencia, para tratar necesidades específicas del cliente o paciente.

Beneficios del Masaje Sueco:

  • Ayuda a la relajación de las tensiones y reduce el estrés, tensión, nerviosismo y ansiedad.
  • Alivia los dolores.
  • Mejora la movilidad de las articulaciones.
  • Mejora el sueño.
  • Aumenta la capacidad respiratoria.
  • Produce una mejor oxigenación.
  • Elimina toxinas.
  • Mejora la circulación sanguínea y linfática.
  • Mejora la autoestima.
  • Mantiene flexible los ligamentos y los tendones.

¿Cómo funciona?

En el Masaje Sueco se usa aceite, previamente calentado (ligeramente) para evitar la fricción con la piel. Se efectúan los movimientos, ya sean suaves, moderados, firmes o fuertes, en sentido al corazón para estimular así la circulación. Durante el masaje hay varias combinaciones de movimientos. El masaje no se aconseja cuando se tiene fiebre, diarrea, vómitos, nausea, venas varicosas, o trombosis. En casos de presión alta o problemas en el corazón no se masajea el abdomen.

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