Podemos sentirnos satisfechos aprendiendo y entrenando las pautas que provocan bienestar. Aquí algunas personas juegan con ventaja y otras con desventaja, ya que ese aprendizaje se inicia desde el día en que nacemos, en que con la educación que recibimos en nuestro entorno familiar y social y con las experiencias que vivimos vamos desarrollando diferentes tipos de pautas que nos pueden conducir al bienestar o al malestar.
La mala noticia es que esas pautas que ya hemos aprendido ejercen un peso grande en nuestro bienestar y suelen estar muy arraigadas. La buena noticia es que se pueden cambiar aplicando las técnicas adecuadas a lo largo de cierto tiempo.
El primer paso es aprender esas pautas. Como con cualquier habilidad, deporte o profesión, necesitamos adquirir los conocimientos apropiados para luego ponerlos en práctica. En cualquier ámbito, aplicar la técnica efectiva o no es la diferencia entre conseguir un alto rendimiento o no. Pero lo más importante es emplear abundante tiempo y energías a entrenarnos en el arte de la felicidad, con dedicación y perseverancia. Del mismo modo que para ser un buen deportista, artista o profesional se necesitan horas de entrenamiento y trabajo aplicado, lo mismo sucede para mejorar nuestro nivel de felicidad. Conforme vamos acumulando horas de entrenamiento, va mejorando nuestra habilidad de ser feliz. Según algunos estudios realizados, para llegar a ser experto en cualquier área y dominar una habilidad concreta se requieren entre 10.000 y 20.000 horas de práctica. Probablemente ello es aplicable también a la habilidad de ser feliz.
El entrenamiento para la habilidad de feliz se compone de 6 partes:
– Entrenar la conciencia … leer más.
– Entrenar los pensamientos … leer más.
– Entrenar las emociones … leer más.
– Entrenar las expresiones corporales … leer más.
– Entrenar las conductas … leer más.
– Entrenar las necesidades … leer más.