Vergüenza

Casi todos hemos experimentado más de una vez esa otra emoción que tanto nos desagrada y que está relacionada con la culpa y con el sentimiento de valer poco: la vergüenza, que incluye el sentimiento de humillación, de deshonra y de deshonor. Suele lugar cuando la conducta es diferente a lo que uno internamente cree que los demás consideran como “bueno”, “apropiado” o “aceptable”.

Para eliminar o reducir la vergüenza podemos hacer 2 cosas:

– Racionalizar las creencias irracionales pueden generar en mi vida mucho sentimiento de vergüenza, como esa idea de que tengo la necesidad absoluta de aprobación de los demás, de que ello es muy importante y de que es terrible e insoportable cuando me desaprueban (ver gestión de pensamientos desagradables).

– Solucionar. Lo que está en mis manos para evitar el sentimiento de vergüenza es tener un tipo de conducta que sea la que espere mi entorno social, de modo que no genere desaprobación. El problema de hacer siempre lo que los demás esperan de mí es que en ocasiones puede suponer traicionarme a mí mismo, a lo que soy y a lo que realmente quiero (ver vivir conforme a lo que soy). Frente a ello puedo buscar una solución de compromiso entre ejercer mi libertad individual y encajar en el grupo.

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